Cuatro manos

El piano es un instrumento tremendamente versátil. Es polifónico, polirítmico y además es… grande.
Esto último permite que dos personas puedan tocarlo simultáneamente con relativa comodidad. Es lo que se conoce como piano a cuatro manos.

 

 

 

Tocar el piano con otra persona implica una serie de dificultades adicionales que no se presentan cuando uno toca solo.
En primer lugar ambas personas deben sincronizarse perfectamente para sonar al unísono.
Es muy importante también la fuerza y la intensidad con que se toca. Si uno toca más fuerte o más suave que el otro el resultado será un desastre.

Puede que por todo ello se suela relacionar este tipo de interpretaciones con los niños y en general con la enseñanza del instrumento.
Gracias a ello los niños aprenden a escuchar al compañero y a si mismos para acoplarse perfectamente y conseguir que el piano suene como si una sola persona lo estuviera tocando.

Jessica y Skyler interpretan ‘The all american hometown band’ de Walter & Carol Noona

Ese es el resultado que se espera y desea, aunque no siempre es fácil conseguirlo.

Victor Borge trata de interpretar la rapsodia húngara nº2 de Franz Liszt

 

Bien… parece que esta otra pareja no tiene tantas dificultades de compenetración.

Hsiao Ya-Hsin y Chien I-Wen interpretan (ahora sí) la rapsodia húngara nº2 de Franz Liszt

 

A pesar de esta fama de ser música para estudiantes lo cierto es que grandes compositores han escrito música para cuatro manos y también grandes pianistas la interpretan.

Daniel Barenboim y Lang Lang interpretan la sonata a cuatro manos K381 de Mozart

 

Por otra parte hay que decir que la música a cuatro manos no se limita únicamente a lo que conocemos como música clásica sino que abarca también la música contemporánea e incluso la de otras galaxias.

Martin Spitznagel y Bryan Wright interpretan ‘cantina band’ de John Williams

 

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