Esta es aquella (XI)

Otra melodía tremendamente popular y conocida. El nombre de la persona que la compuso sin embargo no es ni de lejos tan conocido. Vamos a descubrir de quien se trata.

 

Jacques Offenbach

Jacques Offenbach

El autor de la célebre música del can-can se llamaba Jacques Offenbach, y no, a pesar de su nombre no nació en Francia sino en Alemania. Fue en su juventud que marchó de su país para ir a vivir a Francia y entonces fue cuando se afrancesó su nombre.

 

Por otra parte, el nombre de la pieza no es can-can ni nada parecido. El tema forma parte de una opereta llamada Orfeo en los infiernos y lleva por título galop infernal.

 

 

 

 

 

 

Pero mejor empezar por el principio para no perderse… Estamos en Francia en el año 1833. El joven Offenbach ha aprendido a tocar el violonchelo y consigue un puesto en la orquesta de l’Opéra Comique.
Poco a poco va prosperando y ascendiendo en el mundo musical, primero componiendo piezas para su instrumento, luego componiendo obras completas. Así hasta que en el año 1855 llega a ser propietario de su propio teatro: el Bouffes-Parisiens.
Tres años más tarde estrena una obra titulada Orphée aux enfers (Orfeo en los infiernos) que acabó resultando muy importante en su carrera musical. Por una parte porque la mayoría de sus obras posteriores están basadas en la estructura y forma de esta opereta. De hecho algunos autores consideran a Offenbach uno de los creadores del género de la opereta y la comedia musical.
Por otra parte, al final de la obra aparece una pieza rápida, descarada y desenfadada con el simple título de galop infernal. Y este a buen seguro es el tema más popular con diferencia de todos los que compuso.

 

El galop era un baile rápido que las clases trabajadoras acabaron transformando en el conocido can-can que se podía ver en los teatros de Montparnasse. La imagen de las muchachas saltando y levantando las piernas al aire mostrando sus ligas y su ropa interior está en la mente de todos. Y junto a esa imagen ha quedado asociada por siempre la música del galop infernal de Offenbach.

 

 

Pero ya os he contado que esta breve pieza forma parte de una obra más extensa llamada Orfeo en los infiernos. Voy a explicaros un poquito la historia:

Aparentemente la historia ocurre en la antigua Grecia aunque el autor en realidad está describiendo solapadamente la sociedad de su tiempo y se aprovecha de ello para criticar y burlarse de ciertos convencionalismos de la misma.
Así pues aparece la opinión pública, que en la obra es un personaje más. Los dos protagonistas principales son Orfeo y Eurídice quienes a pesar de estar casados (o precisamente por eso) se detestan y no se soportan.
Es por ello que Eurídice tiene una aventura con un pastor del lugar. En realidad el pastor es Plutón, dios de los infiernos que se disfraza de mortal para cortejar a la mujer. Orfeo no se queda atrás y por su parte se dedica a cortejar a una pastora llamada Cloe.

El caso es que Plutón se encapricha tanto de Eurídice que le tiende una trampa para que muera y de este modo poderse llevar su alma al infierno. Una vez allí Eurídice se da cuenta que estar en el infierno no es algo tan malo si tienes a su Dios como amante.
Orfeo por su parte se ha librado por fin de su esposa y todos parecen acabar contentos hasta que aparece la opinión pública, la cual escandalizada y hecha una furia obliga a Orfeo a solucionar todo aquello y recuperar a Eurídice.

Así que a regañadientes Orfeo viaja al Olimpo para pedirle a Júpiter ayuda para recuperar a su esposa. La vida en el Olimpo es tan soporífera y aburrida que cuando se les presenta una excusa para bajar a los infiernos no lo dudan un instante y Júpiter promete a Orfeo su ayuda. No solo eso sino que él mismo junto a los demás inmortales irán a buscarla.

Plutón se da cuenta que Júpiter se ha encaprichado también de Eurídice y que en realidad lo que pretende es quitársela y quedársela para él. Es por eso que cuando Júpiter llega al infierno no la encuentra por ningún lado pues ella está encerrada bajo llave para que no la puedan rescatar. Júpiter sin embargo se transforma en una mosca y gracias a su diminuto tamaño se mete por el ojo de la cerradura que mantiene encerrada a Eurídice y la encuentra.

 

Júpiter está tan contento que todos empiezan a saltar y danzar como locos. Ese es el momento en el que suena el galop’ infernal. Pero al cabo de un momento llega al infierno Orfeo y la opinión pública a buscar a su mujer y todo se vuelve un chasco. Júpiter quiere quedarse con la muchacha pero ha prometido a Orfeo que se la devolverá. No sabe qué hacer.

De modo que entrega a Eurídice con la condición que Orfeo camine delante de Eurídice y en ningún momento vuelva la vista atrás. Si lo hace, aunque sea un instante la perderá para siempre. La Opinión Pública protesta pero finalmente lo hacen así. Júpiter está convencido que Orfeo no resistirá la tentación de mirar atrás y por ello está confiado. Pero Orfeo no lo hace y poco a poco van saliendo del infierno. Entonces Júpiter desesperado lanza un rayo atronador que asusta a Orfeo y le hace girar la vista atrás, con lo que automáticamente pierde a Eurídice para siempre.

Así pues, final feliz para Orfeo que se libra de su mujer y feliz Eurídice que se libra de Orfeo. Momento para volver a bailar y hacer el loco al son del galop infernal.

Aquí podéis ver el final de la obra, desde que Júpiter rescata a Eurídice hasta el final feliz.

 


 

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