Lectura vacacional

Este blog se va de vacaciones como imagino también la gran mayoría de vosotros. Para los que no y para los que no quieren pasar estos días de ocio sin seguir descubriendo cosas nuevas relacionadas con la música me permito recomendaros un libro: ‘Historias curiosas de la música’, de Lawrence Lindt.
El título ya lo dice todo: se trata de una recopilación de anécdotas, curiosidades y vivencias graciosas relacionadas con la música y con los músicos. Mencionaré unas pocas para que tengáis mejor idea de lo que estoy contando.

Igor Stravinsky era muy aficionado a las bebidas alcohólicas de alta graduación en general y del whisky en particular, hasta el punto que llegó a comentar en alguna ocasión que debería haberse llamado Igor Strawhisky.

El compositor Giacomo Puccini tenía la costumbre de mandar un panetone a sus amigos por Navidad. Entre estos amigos estaba el director de orquesta Arturo Toscanini.
Un año Puccini decidió no mandar el panetone a Toscanini debido a una discusión que habían tenido. Pero el caso es que por algún motivo Toscanini acabó recibiendo el panetone.
Cuando Puccini se enteró de ello mandó un telegrama para aclarar el asunto: ‘Panetone enviado por error. Stop’.
Toscanini le respondió con otro telegrama ‘Panetone comido por error’.

Una vez invitaron a Johannes Brahms a tomar una copa de vino. El anfitrión quiso presumir de su bodega y alabar al compositor al mismo tiempo diciendo ‘Este es el Brahms de mi bodega’.
Pero parece que a Brahms no le gustó del todo aquel vino y después de haberlo catado contestó: ‘Será mejor que vaya a buscar el Beethoven de la bodega’.

Según cuenta el propio Gioachino Rossini la composición de la obertura de La gazza ladra fué un poco ‘especial’. Como faltaba un solo día para el estreno y Rossini no había escrito ni una nota el director decidió presionarlo un poco encerrándole en el teatro, vigilado por cuatro personas que tenían orden de ir tirando por la ventana las hojas de la partitura que Rossini fuera escribiendo o lanzarlo a él por la ventana si no habían hojas que tirar.

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