Normalmente tenemos tendencia a pensar que la música clásica y el rock son mundos independientes y sin puntos en contacto. Pero en realidad se encuentran e interactúan muy a menudo y cuando esto ocurre a veces se producen anécdotas curiosas. Ahora hablaremos de una de ellas.
En el año 1970 un grupo de rock llamado ‘Emerson, Lake & Palmer’ (o simplemente ELP) editaron su primer disco, de título homónimo. Se trataba de un trío formado como ya os podéis imaginar por Keith Emerson (piano y sintetizador), Greg Lake (bajo y voz) y Carl Palmer (batería). A Keith Emerson se le considera un pionero en el uso de los sintetizadores y se cuenta que fue el primero en llevarse uno en sus giras de conciertos. Estamos hablando de una época en que un sintetizador era tan grande como un armario…. Por lo que respecta al grupo, también es considerado como uno de los padres de lo que se ha denominado ‘rock progresivo’, pero no nos desviemos del tema o nos vamos a despistar.
El caso es que la primera canción de este disco está basada o inspirada en una obra para piano de Béla Bartók, un compositor clásico. Parece ser que Emerson estaba tocando el tema de Bartók con el piano cuando Lake lo escuchó y se le ocurrió una línea de bajo que podría añadir. Entonces le explicó su idea a Emerson y le sugirió que tocara el órgano en vez del piano. Lo probaron y les gustó tanto el resultado que decidieron grabarlo.
Después empezaron a pensar en el título que pondrían a la canción y Keith comentó que como sonaba muy ‘bárbaro’ la podrían titular ‘The barbarian’ (el bárbaro), que de paso suena un poco a ‘Bartók’.
El disco salió a la venta y tuvo bastante éxito, impulsando al grupo hacia la fama y la popularidad.
Pasado un tiempo de la publicación del disco Greg Lake recibió una llamada telefónica de una señora, que por la voz parecía bastante mayor…
– Oiga, llamo para hablar sobre este tema de su disco… «The barbarian» (dijo la señora)
– Ah, si! Dígame. (contestó Lake)
– Bien, de hecho esta música la compuso mi marido. Soy la señora Bartók y debo decir que nunca nos había pasado una cosa semejante!
– Caramba señora… no sabe cuanto lo siento. Tiene toda la razón: deberíamos haber pedido permiso y también ocuparnos del tema de los royalties.
A pesar del enojo inicial de la anciana parece que finalmente todo terminó de manera cordial. Cuando Lake colgó el teléfono aun estaba asombrado. Creía que Bartók llevaba 500 años muerto o algo así y recibir la llamada de su esposa fue tan chocante para él como si le hubiera llamado la señora Beethoven!
Esta anécdota también confirma la idea que tenemos muchos acerca de la música clásica al pensar en ella como la música que hacía gente con peluca y medias hace un montón de siglos.
Ciertamente la ‘clásica’ es una especie de cajón de sastre donde se ha ido colocando un montón de música, compositores, estilos y épocas diferentes, lo cual realmente propicia estas confusiones.
Bien, ahora que hemos hablado de los ELP quizás sería justo hablar un poco del resto de protagonistas:
La señora del teléfono era Ditta Pásztory, viuda de Béla Bartók y por tanto también conocida como Diita Bartók. Era pianista e interpretó algunas de las piezas de su marido. De hecho, Bartók fue su profesor de piano y así fue como se conocieron. Él ya estaba casado pero se divorció, se casó con Diita y ya no se separaron hasta la muerte de Béla en el año 1945. Ella vivió bastantes años más, concretamente hasta el año 1982. Por cierto, Keith Emerson nació en 1944 de modo que, aunque por los pelos se puede decir que ambos artistas son contemporáneos.
El marido de Diita, Béla Bartók fue un compositor húngaro nacido en 1881 y que como ya hemos explicado murió en 1945. Puede que no sea muy conocido por el público en general pero es un personaje muy interesante ya no solo por su música sino por ejemplo por su sistema de composición basado en la proporción áurea, o por sus estudios sobre la música popular, cosa que hizo que se le considere uno de los fundadores de la etnomusicología (que básicamente es el estudio de la música popular de los diferentes pueblos del mundo, pero dicho en una sola palabra). Seguro que Bartók vuelve a aparecer en este blog
Finalmente… la pieza para piano que tocaba Keith Emerson aquel día es el ‘Allegro Barbaro’, compuesto por Bartók en el año 1911. Cuando la estrenó provocó una cierta polémica entre los más puristas porque Bartók por primera vez utilizó el piano como un instrumento básicamente percusivo, por decirlo rápido y mal sería como si tocara el piano pensando en un tambor.
Mejor que lo escuchéis y además interpretado por el mismo compositor.
Interesantísimo, por favor enviarme artículos de esta calidad relacionados con la música.