El mural mostró unos cuantos caracteres y Eila respiró aliviada. Llevaba horas tratando de lograr algún resultado y ya empezaba a estar nerviosa. No le gustaba nada estar ahí abajo y hoy estaba superando el límite al que forzosamente se había acostumbrado.
La mayoría de lo que veía era ininteligible. Tan solo una palabra parecía vislumbrarse: Ock##hem, Ocktrhem, Ockiohem…? El ordenador parecía no decidirse por las dos letras centrales y mostraba diferentes versiones de la palabra. Eila por su parte no sabía muy bien si alegrarse o lamentarse de la situación. Encontrar algo implicaba más tiempo allí y puede que empezase a sufrir algún ataque de ansiedad. Por otra parte hacía mucho que no se recuperaba nada. Habían pasado bastantes años desde la Gran Mancha y cada vez se recuperaban menos cosas. Esta podía ser la gran ocasión que había estado esperando.
Mientras ella cavilaba el ordenador siguió mostrando más información en el mural: extensiones FLAC, ficheros de audio. Así que había recuperado documentos sonoros? No parecía muy interesante. Impaciente, eligió uno de los ficheros antes de que el ordenador terminara el proceso y lo mandó al reproductor. Empezó a escucharlo y confirmó sus temores: el audio estaba destrozado y aunque el algoritmo había hecho lo que había podido no dejaba de ser un galimatías sin sentido. Hubiera sido demasiado bonito.
De todos modos ella no era una recuperadora de audios, lo suyo era más bien la imagen. De modo que pensó en consultar con Reiguel. Puede que estuviera trabajando aun.
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